Castillo San Felipe del Morro "El Morro"

San Juan, Puerto Rico

Castillo San Felipe del Morro
Castillo San Felipe del Morro

Castillo San Felipe del Morro, también conocido como El Morro, ubicado en el punto al noroeste del islote del Viejo San Juan, se considera la fortificación más emblemática construida por los españoles en las Américas entre los siglos XVI y XVIII.

El Castillo San Felipe del Morro, es uno de los lugares más pintorescos del Caribe con una arquitectura resplandeciente. Es el monumento más reconocido de Puerto Rico y más querida por las familias puertorriqueñas. Más de dos millones de visitantes al año exploran el castillo, lo que lo convierte en una de las principales atracciones turísticas de Puerto Rico.

La fortificación fue diseñada para proteger la entrada a la bahía de San Juan y defender la ciudad portuaria colonial española de San Juan de los enemigos marítimos.

Hoy dia recibe a los cruceros turisticos mientras navegan dentro y fuera de la bahía, pero durante la mayor parte de sus casi 500 años de historia fue un importante puesto militar para España y más tarde para los Estados Unidos.

Este hermoso fuerte de 6 niveles recibió su nombre en honor al rey Felipe II de España. El Fuerte no se construyó inicialmente como la enorme estructura que se ve hoy dia. El fuerte ha sufrido muchas ampliaciones y modificaciones, desde que fue construida por España hasta que fue ocupada por el ejército estadounidense.

El Morro es una estructura masiva, dividido en seis niveles, cada nivel tiene vistas impresionantes del Atlántico y de coloridos islotes amurallados, lo que convierte el lugar perfecto para la familia y fotógrafos. Se puede llegar a la mayoría de los niveles a través de varias escaleras, rampas y túneles. Hay algunos escalones empinados hacia los niveles inferiores, pero para aquellos que les guste el desafío, podrán disfrutar de todos los niveles del fuerte.

El fuerte cubre un promontorio de 140 pies de altura a la entrada de la Bahía de San Juan. La fortificación de 6 niveles frente al Océano Atlántico, fueron diseñados para crear un devastador fuego de artillería sobre los barcos enemigos. En el momento de su finalización alrededor de 1790, tenía la reputación de ser invencible y era la más temida de todas las fortificaciones coloniales españolas.

A media milla de la desembocadura de la Bahía de San Juan se encuentra otro fuerte más pequeño llamado Fortín San Juan de la Cruz, conocido como El Cañuelo. Cuando los barcos enemigos intentaban ingresar a la bahía, los dos fuertes creaban un fuego cruzado que efectivamente cerraba la entrada a la bahía y el resto de San Juan. Gracias a El Morro y El Cañuelo, los españoles pudieron defender a Puerto Rico de las invasiones de los británicos y holandeses, así como de los piratas.

Los antiguos túneles subterráneos que conectaban originalmente los fuertes, hoy en día solo los une dos trolleys modernos que transportan a los visitantes de un lado a otro. El paseo es hermoso a lo largo de la calle Norzagary «frente al mar».

Hay un museo en El Morro que ofrece una historia del fuerte a través de exhibiciones de fotografías y artefactos históricos, orientaciones escritas y una presentación en video. Se ofrece un tour con guia cada hora, aunque con los folletos informativos le permite caminar por su cuenta mientras aprendes de la historia del fuerte.

El Servicio de Parques Nacionales protege las fortificaciones del Viejo San Juan, que, en conjunto, han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por las Naciones Unidas. Con una de la vistas más espectaculares en el Caribe, El Morro, junto con el Fuerte San Cristóbal, forma el Sitio Histórico Nacional de San Juan.

Planificación de su visita

El Morro está abierto los siete días de la semana de 9:00 a.m. a 6:00 p.m. cerrado en el Año Nuevo, Acción de Gracias y Navidad. La tarifa de admisión es de $10.00 por persona para mayores de 16 años, los niños menores de 15 años entran gratis. El boleto es válido para visitar los fuertes de El Morro y San Cristóbal durante 24 horas. Ciertos días del año, el Servicio de Parques Nacionales ofrece entrada gratuita a todos los visitantes, esto incluye el Día de Martin Luther King Jr. en enero, la Semana del Parque Nacional en abril y el Día de los Veteranos en noviembre.

Se recomienda que use ropa y zapatos apropiados para el clima. Durante los días soleados, gran parte del patio interior del fuerte está expuesto y puede hacer bastante calor. Se recomienda pantalones cortos, ropa liviana de colores claros y protector solar. Lleve y beba mucha agua. En los días de lluvia, las rampas que conducen a los diferentes niveles pueden ser bastante resbaladizas. Lo mejor es usar calzado resistente con buena tracción.

Tu visita a El Morro

Desde que uno entra por la puerta estrecha, puedes ver las banderas volando en el tieso de brisa del Atlántico, oler el aire salado del mar, y fácilmente ser transportado a otro tiempo en la historia e imaginar soldados con uniformes anticuados marchando a lo largo del borde de la pared donde cañones encajan cómodamente en las troneras.

Para llegar a El Morro, hay que caminar por un camino que cruza el césped gigante frente al fuerte. Los empleados del Parque Nacional te recibiran en la entrada y cobran la tarifa de entrada. Hay guardaparques que dirigen recorridos gratuitos de una hora, tanto en inglés como en español, pero si lo prefiere, puede explorar los diferentes niveles y habitaciones por su cuenta propia. El Servicio de Parques Nacionales le proporciona un mapa cuando paga la tarifa de entrada. Puede usar el mapa y las descripciones de las diferentes partes del fuerte para hacer su visita autoguiada y salir a explorar el fuerte por su propia cuenta.

Cada sección tiene recreaciones de barracones, cocinas y otras instalaciones utilizadas por los soldados. Las presentaciones informativas pintan un cuadro vívido de la importancia de Puerto Rico como un punto estratégico de entrada a las Américas y la evolución de El Morro y su artillería durante los últimos cinco siglos.

Si quieres tomar fotos impresionantes, visite el nivel más bajo del fuerte que casi llega al agua y tendrá una idea de la magnitud y el tamaño de esta instalación militar. Al otro lado del agua, también podrás ver El Cañuelo, ubicado en una pequeña isla. Desde los niveles más altos, disfrutará de una vista del Océano Atlántico, el Viejo San Juan, el cementerio y La Perla, un vecindario construido fuera del muro. Desde el foso seco de El Morro, se puede acceder a una entrada al Paseo del Morro, un camino que sigue la muralla exterior de la ciudad hasta la Puerta de San Juan (aproximadamente 1,5 millas). O se puede quedar un rato en el césped gigante frente a El Morro y volar una chiringa, una tradición local que ha perdurado por generaciones.

El Morro es un fascinante laberinto de mazmorras, cuarteles, bóvedas, miradores, y rampas. El estacionamiento más cercano es en la instalación subterránea debajo de la Plaza del Quinto Centenario en el cuartel de Ballajá en la Calle Norzagaray. Hay una tienda de sourvenires.

Puntos de interés

Estas son algunas de las vistas y lugares más interesantes para ver en El Morro. Esto son ideales y excelentes para tomar fotografías y pasarla con la familia.

  • Garitas: Las garitas (or sentry boxes) están ubicadas alrededor de las paredes exteriores del fuerte. Estos son pequeños recintos donde los españoles hacían guardia, hoy dia se puede disfrutar de unas vistas fantásticas. Hay varios de ellos en la que se puede entrar. Estas garitas se han convertido en un símbolo cultural de Puerto Rico. Puedes ver sus imágenes en muchos articulos y sourvenires, desde placas de matrícula hasta vasos y camisetas.
  • Banderas: – Las tres banderas que vuelan hoy dia en El Morro son la bandera de los Estados Unidos, la bandera de Puerto Rico y la bandera de la Cruz de Borgoña. La bandera de la Cruz de Borgoña es la antigua bandera militar española que estaba en El Morro entre 1539 y 1785.
  • Faro: El faro almenado gris en el sexto piso ha estado en funcionamiento desde 1846 (aunque la torre en sí data de 1906), lo que lo convierte en la estación de luz más antigua de la isla que todavía se usa en la actualidad. Después de sufrir graves daños durante un bombardeo de la armada estadounidense durante la Guerra Hispanoamericana de 1898, el faro original fue reconstruido con características hispano-moriscas únicas, un estilo que se mezcla sorprendentemente bien con el resto del fuerte.
  • Area de cañónes: Esta área se usó para proteger la entrada al puerto de San Juan con energía de cañónes. Algunos de los cañones restantes se exhiben cerca de esta área. Ahora es una hermosa área de observación, que ofrece excelentes vistas del puerto y el océano Atlántico.
  • Torre Antigua: – La Torre Antigua o Torre Vieja es la parte más antigua de El Morro. Si baja por el túnel, puedes ver un fragmento de proyectil del bombardeo estadounidense de 1898 que todavía está atrapado en la pared.
  • Cocina y forja: En esta área, puede ver la cocina donde se prepararon las comidas y la forja donde hicieron algunos de sus trabajos en metal. Las paredes todavía están manchadas de hollín de los incendios calientes que tuvieron en estas áreas.
  • Escaleras: Asegúrese de ver las escaleras de caracol y triangulares que van de un nivel a otro.
  • Baños: Hay vistas fantásticas desde la ventana en cada uno de los baños.

Los Terrenos de El Morro

El césped por el que solían marchar los soldados, ahora es un lugar muy alegre y animado. Los terrenos de El Morro es un gran lugar para volar una chiringa. Los fines de semana, los campos que conducen al fuerte están llenos de familias con niños, excursionistas, amantes y voladores de chiringas. La escena se convierte en una especie de festival improvisado con carritos de comida en el perímetro. Anualmente durante el mes de marzo se lleva a cabo el festival anual de chiringas. Hay chiringas a la venta en los puestos justo enfrente del fuerte, o en los establecmientos de comercio cercanos.

El Servicio de Parques Nacionales mantiene este fuerte y el pequeño museo militar en las instalaciones. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983.

Breve historia de El Morro

La ciudad del Viejo San Juan fue fundada en 1521 por colonizadores españoles. La primera fortificación fue La Fortaleza que se comenzó su construcción en 1533 y actualmente es la mansión del gobernador. Después de que se consideró que el fuerte original Fortaleza (ahora la mansión del gobernador) no era una protección adecuada para el puerto, se decidió que se necesitaba un fuerte en una mejor ubicación. Fue entonces que construyeron una pequeña estructura en el extremo noroeste del Viejo San Juan, a la entrada del puerto, en el sitio actual de El Morro. Construido entre 1539-1540, era un pequeño fuerte que albergaba a unos pocos hombres y solo 4 cañones.

La construcción del fuerte comenzó en 1539 en un lugar elegido por su ubicación estratégica en la entrada de uno de los mejores puertos en el área del Caribe. A finales del siglo XVI y principios del XVII, los distinguidos ingenieros militares italianos, Bautista Antonelli y Juan Bautista Antonelli, transformaron El Morro de su original torre medieval en una fortaleza de mampostería de gruesos muros, capaz de resistir completamente el impacto de los cañónes.

El nuevo fuerte se puso a prueba durante las primeras etapas de su construcción. En 1595, el único, Sir Francis Drake dirigió un ataque contra San Juan. Drake se había ganado la reputación de ser invencible, y su ataque fue percibido como un desafío importante para las primeras etapas donde todavía las defensas españolas eran vulnerables. Sin embargo, la buena suerte estuvo del lado de los españoles. Un error de cálculo de Drake, junto con la valentía de los defensores del fuerte, llevaron a una derrota totalmente inesperada para los ingleses. España celebró esta victoria y la percibió como un presagio de la importancia del fuerte y el desafío que presentaba a los posibles atacantes. El Castillo San Felipe del Morro se convirtió en la puerta de entrada al imperio español.

En 1598, George Clifford, conde de Cumberland, lanzó un segundo ataque contra San Juan. Habiendo aprendido de la derrota de Drake y reconociendo la dificultad de enfrentarse a El Morro por mar, Clifford apuntó a los puntos más vulnerable del fuerte, su lado terrestre. Su éxito puso a Puerto Rico bajo el dominio inglés por un período de aproximadamente dos meses. Sin embargo, desafortunadamente para los ingleses, de acuerdo a la documentación, la disentería rápidamente obligaron a los invasores a abandonar su premio.

Los holandeses fueron los siguientes en tratar de tomar El Morro. En 1625, los Países de Holanda (Netherlands) luchaban por su independencia de España y atacaron a San Juan como parte de esa guerra. Sin embargo, después de 21 días de asedio y batalla, los invasores no pudieron obligar a los españoles a entregarle El Morro. Al quedarse sin suministros y municiones, los holandeses decidieron abandonar el islote, pero no sin antes quemar y reducir a cenizas la ciudad.

A fines de la década de 1700, la corona española envió a dos irlandeses, el mariscal Alexander O’Reilly y el ingeniero jefe coronel Thomas O’Daly para reformar las tropas y las fortificaciones de Puerto Rico. O’Daly fue responsable de las últimas obras importantes y renovaciones en El Morro. El Castillo San Felipe del Morro se terminó a tiempo para ayudar a proteger a Puerto Rico cuando los británicos atacaron con considerables recursos en 1797. Sin embargo, cien años después, cuando estalló la Guerra Hispanoamericana en 1898, la historia fue completamente diferente. El Morro y todo el complejo de sistema de defensa completado en el siglo anterior estaban obseletos. La Revolución Industrial había dado lugar de avances en tecnología, armamento y tácticas militares que volvieron obsoleto el fuerte.

La orgullosa, una vez inexpugnable fortaleza de seis niveles fue un blanco fácil de la nueva y poderosa artillería naval de retrocarga que los estadounidenses utilizaron. Por primera vez en más de 400 años, el fuego enemigo alcanzó y golpeó a El Morro. La imagen del icónico El Morro golpeado por proyectiles y cubierto con una capa de humo fue un testimonio visual de que la historia había dado un giro. La Guerra Hispanoamericana marcó el final de la presencia española en América y el inicio de los Estados Unidos como una gran potencia mundial.

En 1898, como resultado de la Guerra Hispanoamericana, la isla pasó de España a Estados Unidos. El Morro fue designado como parte de Fort Brooke y se usó activamente como instalación militar durante la Primera y Segunda Guerra Mundial.

En 1961, el Ejército de los Estados Unidos se retiró oficialmente de El Morro. El fuerte se convirtió en parte del Servicio de Parques Nacionales para ser preservado como museos. En 1983, el Castillo y las murallas de la ciudad fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por las Naciones Unidas (Unesco).

En honor al Quincentenario de los viajes de Colón en 1992, la explanada exterior fue limpiada de palmeras que habían sido plantadas por el Ejército de los Estados Unidos en la era de que pertenecia a Fort Brooke, y devuelto a la apariencia abierta de este «campo de fuego» de cañón del Morro hubiese tenido en la época colonial española. También se eliminaron los estacionamientos y caminos pavimentados, y el faro de El Morro se reparó y se restauró a su aspecto original.

Dirección y Mapa:

Dirección física:
Castillo San Felipe del Morro
501 Calle Norzagaray
San Juan, Puerto Rico 00901

Tarifas:

  • El Morro está abierto los siete días de la semana de 9:00 a.m. a 6:00 p.m. cerrado en el Año Nuevo, Acción de Gracias y Navidad.
  • La tarifa de admisión es de $10.00 por persona para mayores de 16 años, los niños menores de 15 años entran gratis.
  • El estacionamiento más cercano es en la instalación subterránea debajo de la Plaza del Quinto Centenario en el cuartel de Ballajá en la Calle Norzagaray.

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