Desde el momento que uno accede al área principal, nos permite dejar atrás el ruido habitual de las actividades humanas en la playas, dando paso a los delicados ecosistemas marítimo-terrestres de esta reserva natural.
Predominan en esta reserva los bosques secos y pastizales, junto a los pastizales, mangles y la imponente Laguna Guaniquilla. La laguna sirve de importante refugio para las aves migratorias protegidas tanto a nivel local como a nivel federal, y que visitan el área cada invierno desde lugares tan lejanos como el Tundra canadiense.
Debido a esto, Punta Guaniquilla también ha sido designada como Área Importante para las Aves (IBA), una clasificación dada por BirdLife International a aquellas áreas que son cruciales para la supervivencia de especies endémicas, nativas y visitantes. De hecho, quince de las diecisiete especies endémicas de Puerto Rico se encuentran aquí.
Además, sus ecosistemas proporcionan hábitat a numerosas especies de flora y fauna que son raras o que actualmente se encuentran en estado crítico de conservación o en peligro de extinción. Por todas estas razones, Punta Guaniquilla representa un frágil tesoro natural para todos los puertorriqueños.
Tres lugares a lo largo de la Reserva comparten el mismo nombre de “Guaniquilla”: el cerro más alto del área, Cerro Guaniquilla; la laguna más grande, Laguna Guaniquilla; y la península suroeste de la Reserva, Punta Guaniquilla.
La reserva protege un total de 450.39 acres de bosque seco subtropical que incluye hábitats de vida silvestre de tierras altas y humedales, formaciones de piedra caliza, dos sistemas de cuevas y uno de los ejemplos más importantes de bosque seco subtropical sobre roca caliza en todo Puerto Rico.
El área cuenta con dos lagunas costeras de tamaño variable que se consideran hábitats de vida silvestre clave para las especies de aves acuáticas en Puerto Rico. La más grande «Laguna Guaniquilla» cubre un estimado de 23.5 acres, mientras que la laguna más pequeña cubre un estimado de 11.4 acres. Ambos pueden experimentar períodos largos y secos durante todo el año y también representan un área de vida silvestre crítica tanto para las especies de aves migratorias como para numerosas especies acuáticas residentes, algunas de ellas amenazadas y en peligro de extinción.
La reserva es ideal para actividades de exploración. La mejor experiencia es dando un paseo en kayak. Se puede tener una mejor vista desde el agua hacia las piedras volcánicas. Además de admirar la ruta hemosa es tambien un santuario para los amantes de la observación de aves migratorias en la isla.
Para aquellos que le gusta hacer turismo interno y el senderismo, la caminata en esta recerva es larga y muy atractiva. Podras ver ruinas con pequeños ladrillos y albañilería de la última estación del antiguo tren de vapor de Puerto Rico. También veras las ruinas de una hacienda del siglo XIX la cual se pueden encontrar cerca de la cima del Cerro Guaniquilla, desde donde también puedes apreciar vistas panorámicas de la isla de Desecheo, el bosque estatal de Boquerón y la isla de Mona en los días claros y despejados.
Entre otros lugares está la Hacienda la Romana; localizada cerca de la entrada de la reserva. Perfecta para tomar fotos y aprender un poco de la pasada historia. Seguiendo ese mismo camino encontraras la Cueva del pirata Cofresí. A pesar que la entrada a esta cueva es pequeña, adentro es enorme y vale la pena explorar.
La franja costera de la Reserva conecta Punta Guaniquilla y Punta Pitahaya con el Bosque Estatal de Boquerón, el Refugio de Vida Silvestre Boquerón y la Laguna Rincón (Caño Boquerón).
La Reserva Natural Punta Guaniquilla es un lugar especial y es una de las joyas de Puerto Rico como ninguna otro en la isla. Es el lugar perfecto para el senderismo, caminar y escaparse por un día y volver a estar en contacto con la belleza natural del mundo que nos rodea.
Puedes caminar a lo largo de la costa, bosques de manglares, estrechos senderos, pequeñas calas de playa, con la recompensa de poder ver, al final del camino, las impresionantes hermosa vistas de Laguna Guaniquilla. Continue disfrutando de esta buena caminata, caminando a lo largo del sendero hasta llegar a la Playa Buyé, la cual la caminata le tomara unos 30 minutos.
La Reserva está protegida y es mantneida por el Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico. Antes de visitar la reserva es importante que gestiones los permisos con dicha entidad. El Fideicomiso a veces ofrece giras «tours» hacia la Laguana Guaniquilla.
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